Siempre he pensado que eso de sentirse bien por dentro para estar bien por fuera era una falacia porque, aunque equivocada, pensaba que una cosa era tener ansiedad o estrés (algo que teóricamente no se nota físicamente) y otra cosa es tener una piel impecable, por ejemplo. Pero tras pasar por una pequeña depresión he aprendido que estaba en un error.
Cuidarme físicamente ha sido para mí un hobby y una obsesión, me gusta mucho y no voy a dejar de hacerlo aunque hayan ciertas personas que se empeñen en llamarme superficial. Incluso durante la depresión de la que os hablo seguía cuidándome, jamás dejé de hacerlo y, sin embargo, todo el mundo notaba que no estaba igual, ni por