El tantra es un antiguo conjunto de conocimientos de la filosofía hindú y también del budismo tibetano, es una práctica milenaria de yoga que abarca en forma integral todas las dimensiones del ser humano. Le otorga una importancia central a la práctica sexual que es una de las expresiones humanas que elevan la energía, por lo que cuanto más perfecta y sublime sea la experiencia, más oportunidades de que el practicante crezca en su camino espiritual.
Dado a la paciencia y lentitud que lo caracteriza, el sexo tántrico puede ayudar con problemas como la disfunción eréctil, la eyaculación prematura y la anorgasmia.
En las sesiones de Tantra, las personas aprenden a respirar, a calmar estados de ansiedad, a superar inseguridades y a liberar todo su potencial creativo. Con el tantra es posible aprender a dirigir la energía, a enfocarla e incluso a llegar al orgasmo sin estimulación manual y sin penetración.
Los expertos de Maite Domenech nos explican todo lo que debemos saber sobre el sexo tántrico.
El origen del sexo tántrico
La práctica del sexo tántrico tiene su origen en las tradiciones antiguas muy comunes en la India, Nepal y China. En un primer momento su práctica se limitaba solo a la realeza pero poco a poco se fue extendiendo a todo el mundo. El objetivo del tantra es la integración del individuo en la pura conciencia, algo que permitirá disfrutar más a la pareja durante las relaciones sexuales.
El sexo tántrico aporta numerosos beneficios tanto físicos como psicológicos. Estos son algunos de los más relevantes
Beneficios del sexo tántrico
Comunicación
El sexo tántrico no implica ir sólo a por el orgasmo. En él sus practicantes intentan ir más despacio. Por ello este tipo de sexo intenta dar pie a ser más consciente de la conexión con el otro. Es por esta razón que existen los masajes tántricos o la masturbación tántrica que incitan fomentar la comunicación tanto con nosotros mismos como con los demás.
Mejora nuestro sistema inmunitario
Las técnicas de respiración que se incluyen en los ejercicios tántricos promueven la oxigenación del cuerpo, mientras que algunas de las posturas y movimientos (muchos de los cuales proceden de la tradición yóguica) ayudan a fortalecer los músculos, a estabilizar cambios hormonales y a mejorar nuestro sistema inmunitario.
Aumenta la autoestima
El sexo tántrico puede ayudar a generar más autoestima y un sentimiento de mayor valía personal, con más capacidad para tomar decisiones y buscar la armonía. Se trata de vivir en plenitud con uno mismo, de realizarse creativamente, de ser lo más grandes que podéis ser viviendo en armonía entre cuerpo-mente-emociones y espíritu.
El tantra te ayuda a vivir más conectado a tu cuerpo y a la escucha de tus emociones, facilita que puedas desidentificarte de patrones repetitivos de pensamiento que te generan sufrimiento.
Mejora el estado de ánimo
Al promover una conexión más allá del encuentro genital, el sexo tántrico fortalece la unión entre los involucrados, liberándolos de emociones reprimidas, que interfieren con el bienestar. Los bloqueos pueden interponerse en los encuentros sexuales típicos. Dos personas que tienen problemas para concentrarse en el placer del sexo debido a traumas emocionales o impedimentos relacionados con la relación suelen beneficiarse del masaje tántrico.
Aliado contra la depresión
Este es uno de los aspectos que los que practican el sexo tántrico más valoran en el día a día. Las estadísticas han mostrado que gran cantidad de hombres y mujeres en el mundo sufren en la actualidad de depresión. Algunos síntomas que padecen estas personas son la fatiga, languidez, trastornos del sueño, problemas alimenticios, entre otros. Gracias al sexo tántrico se podrá expulsar todo lo negativo y captar la energía que hará a la persona sentirse feliz consigo misma, nueva y renovada.
Cura experiencias traumáticas
El sexo tántrico es capaz de ayudar a curar las experiencias traumáticas que se hayan vivido en el pasado, sobre todo en los extremos casos de personas que hayan sufrido abuso sexual o incluso, maltrato físico. En este tipo de sexo, la experiencia que tiene lugar es sagrada y al mismo tiempo respetuosa. Esto es algo que ayuda a romper con las barreras psicológicas y a su vez, es perfecto para eliminar esos miedos que surgen a la hora de enfrentar la vida.