Tener un problema de salud, además de poner en riesgo a nuestro propio cuerpo, puede llegar a ser de lo más incómodo. No es fácil hacer frente a dolores continuos en cualquier parte de nuestro cuerpo. Es un aspecto que nos debilita tanto física como mentalmente y, por tanto, es algo que requiere de toda nuestra atención y de que nos pongamos en manos de los mejores profesionales para tratar de ponerle solución. No cabe la menor duda de que tener que hacer frente a dolores diarios no es algo que pueda relacionarse de algún modo con eso que conocemos como calidad de vida.
En los párrafos que siguen, vamos a hablar de uno de los problemas de salud que quizá puedan ser más habituales en España y en el mundo entero. Hablamos de problemas ligados con patologías digestivas. Es bastante probable que todas y cada una de las personas que estáis viviendo este artículo los hayáis padecido en algún momento de vuestra vida. El dolor de tripa muchas veces responde a algo relacionado con esto. Y lo cierto es que se trata de un tema que hay que vigilar constantemente de cara a resolver cualquier patología que nuestro cuerpo haya adoptado… o a disminuir sus perversos efectos.
En una noticia publicada en la página web de El Diario Vasco, se indica que alrededor del 15% de los guipuzcoanos tiene una enfermedad digestiva crónica, un dato que es estremecedor y que pone de manifiesto hasta dónde puede llegar este tipo de problemática. Además, la noticia también apunta que alrededor de un 10% de las consultas de atención primaria que se realizan a lo largo y ancho del territorio español tiene que ver con alguno de estos asuntos. Por tanto, es importante que mostremos atención a sus síntomas y rápidamente nos pongamos manos a la obra para intentar resolverlos.
Hemos querido saber si la situación es similar en algunos otros países. Para ello, hemos recurrido a un análisis realizado por los profesionales del portal web Statista en el año 2018 y que muestra el porcentaje de población que sufría problemas gastrointestinales. El país que cuenta con un mayor porcentaje es Estados Unidos. ¿Es esto fruto de la casualidad? ¿O más bien es causalidad? Está claro que guarda una relación mucho más estrecha con la segunda que con la primera. No nos podemos olvidar de que, en un país como Estados Unidos, la alimentación sana no brilla especialmente por encontrarse en cada esquina.
El “Big five” de la Unión Europea le está planteando una competencia cada vez más dura a Estados Unidos por copar el puesto más alto de esa lista. Los cinco países más importantes de la zona euro tienen un porcentaje del 21%, así que sería interesante que todos los profesionales ligados de alguna manera a la salud promovieran el cuidado de nuestro aparato digestivo. Y, muchas veces, eso pasa por comer mejor. Brasil, con un 19%, Rusia, con un 12% y China y Japón, con un 10% en ambos casos, cierran el ránking.
Las intolerancias, un problema creciente
Las intolerancias se han convertido en uno de los problemas gastrointestinales más habituales en los momentos en los que nos encontramos. Es bastante probable que conozcáis a una persona que los ha padecido, cuando no seáis vosotros y vosotras mismas quienes habéis sido los y las protagonistas de eso. Quien esto escribe también ha padecido las consecuencias de sufrir una intolerancia incluso sin haberlo sabido de antemano. Es algo que le puede ocurrir a cualquiera y por lo que a mí me tocó pasar hace algunos años.
La manera de empezar a darse cuenta de algo como lo son las intolerancias alimentarias, en la inmensa mayoría de los casos, tiene que ver con que nos empiece a sentar mal uno o varios tipos de comida. Eso es exactamente lo que ocurrió en mi caso. Comer de todo era algo que yo había hecho durante toda mi vida. ¿Por qué, entonces, empecé a encontrarme realmente mal cuando comía pan hace algunos años? Decidí ponerme en manos de profesionales y escogí a Alyan Salud para que me proporcionaran alguna explicación. Después de realizarme pruebas como endoscopias, gastroscopias o colonoscopias, llegaron a la conclusión de que era celíaco.
No os mentiré si os digo que no me sentó nada bien descubrir esta realidad. Yo quería que mi vida fuera como hasta entonces había sido: que pudiera comer de todo sin padecer problemas de ningún tipo. Pero, claro, lo primero que quería era encontrarme bien y no tener que padecer las consecuencias de ser celíaco y comer pan, que ya os podréis imaginar que no son nada agradables. Por tanto, no me quedó más remedio que hacerme a la idea de mi nueva realidad y empezar a tomar las medidas oportunas para evitar problemas de este tipo.
La verdad es que la realidad en la que me encuentro ahora no es tan mala. Te terminas acostumbrando a aquellos productos que es conveniente que comas. Cuesta un poquito acostumbrarse a ello, pero su consecución es una mera cuestión de tiempo. Así lo ve la mayoría de personas que es celíaca o que tiene algún problema gastrointestinal que le impide consumir un determinado tipo de producto o alimento.
Ha crecido muchísimo la cantidad de gente que padece patologías como las que hemos descrito en los párrafos anteriores y que ha tenido la necesidad de someterse a pruebas de todo tipo para diagnosticar su problema. En primer lugar, eso ocurre por el hecho de que antes no existía ni tanta tecnología ni tanta conciencia en relación a este tipo de asuntos, por lo que en muchos casos se seguían padeciendo pero no se diagnosticaban. En segunda instancia, es posible que se haya producido este crecimiento por el hecho de que la alimentación que tenemos a día de hoy es bastante peor que la que teníamos hace algunas décadas. Abusamos de los productos azucarados y de los ultra procesados… y es posible que eso afecte a nuestro organismo de tal modo que terminemos padeciendo problemas como de los que hemos venido hablando a lo largo de todos estos párrafos.
Precisamente por eso, tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos por cuidar de lo que comemos desde que somos muy pequeños. Eso en un primer momento depende de nuestros padres y madres, que son las personas encargadas de educarnos en este y otros aspectos. Pero, a medida que vamos creciendo y se va desarrollando nuestra conciencia, hay que poner todo cuanto esté en nuestra mano para estar pendientes de este tema. Es una inversión a medio y largo plazo porque vamos a evitar, gracias a esto, numerosos problemas digestivos que nos podrían condenar más adelante.
No sería raro que la tasa de afectados siguiera creciendo
Por desgracia, lo que casi todos los profesionales ligados a la salud del aparato digestivo esperan es que siga aumentando la cantidad de personas que padecen alguna enfermedad o dolencia ligada a ese aparato en los próximos años. Y no nos estamos refiriendo únicamente al caso de España, sino al de todos los países desarrollados que hay en el mundo. Es algo prácticamente inevitable y que, si queremos cambiar, exige un fuerte trabajo de conciencia desde que somos muy jóvenes.
Lo importante es que todas las personas que estén afectadas por esto tengan la posibilidad de identificar exactamente sus problemas a fin de poder poner las medidas oportunas. No cabe la menor duda de que eso es lo que les va a permitir tener la posibilidad de evitar todos aquellos alimentos que le causen estragos y que hagan de sus días un infierno. Hay que cuidar de todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo y el aparato digestivo es una de las más importantes sin que haya dudas de ningún tipo.
Todo el tiempo que dediquemos a cuidar de nuestro cuerpo y a prevenir cualquier enfermedad o dolencia que tenga que ver con él es una inversión y así lo tenemos que sentir. No podemos pensar que ese tiempo es un gasto innecesario porque tened en cuenta que las horas que le metamos hoy a este asunto serán horas que no tengamos que emplear en el futuro para sufrir los dolores propios de las enfermedades de corte digestivo o gástrico. No cabe la menor duda de que evitar eso puede ser la diferencia entre vivir una buena vida o no.
Por desgracia, seguirá habiendo millones de personas en todo el mundo que sufran problemas con su aparato digestivo o que tengan intolerancias alimentarias. Hacerles sentir que no se encuentran solas, que hay una manera de prevenir todos esos dolores y que se puede vivir una vida de diez a pesar de ese tipo de circunstancias es básico para que nadie se venga abajo si tiene problemas de este tipo. Seguro que conocéis a una persona que ha pasado o está pasando por esto. Ya sabéis lo que tenéis que hacer.