¡El boom de las ortodoncias ha llegado a nuestras vidas, y ahora todos quieren llevar ortodoncia! Pero ¿Qué ha pasado? ¿Acaso la gente ya no siente el mismo rechazo que cuando llevábamos ortodoncia de pequeños?
¡Pues no! Ahora de hecho, llevar ortodoncia o aparato dental es tendencia.
Pero ¿Cómo podemos saber si realmente lo necesitamos? ¿Es bueno llevar ortodoncia sólo por moda? Esta y otras cuestiones más, las resolveremos aquí, así que ¡no te vayas!
¿En qué ocasiones está aconsejada la ortodoncia y en cuáles no?
Sabemos que existe un par de tipos de ortodoncia que están causando furor entre la gente: la ortodoncia clásica (los Brackets) y la ortodoncia invisible. Además, también añadiríamos una tercera opción bastante popular según indican los profesionales de Clínica Dental Value, que son los Brackets estéticos. Éstos presentan una fina línea que unifica los dientes en lugar de una estructura más compleja como la de los Brackets tradicionales o la ortodoncia invisible.
Estamos de acuerdo en que cada una de ellas puede tener su encanto y cumplir su función adecuadamente, sin embargo, no estamos tan de acuerdo con que las personas decidan llevar ortodoncia por sumarse a la moda de llevar aparato.
Y es que la ortodoncia no está indicada para todo el mundo; ésta se desaconseja si hay problemas de salud bucal no resueltos, como enfermedades de las encías o caries. También puede posponerse si existen problemas de salud sistémica no controlados. Asimismo, ante casos de desarrollo facial inestable (especialmente en niños y adolescentes) algunos dentistas prefieren esperar hasta que el rostro haya dejado de crecer para no deformar la forma de la cara del niño.
Por otra parte, sí está recomendada para personas con problemas de alineación dental o mandibular, como maloclusiones, apiñamiento dental, problemas estéticos o ante dificultades en el habla o masticación.
La decisión siempre vendrá recomendada por un profesional que evalúe nuestra situación.
Por ello, no recomendamos decidir instalar esta compleja estructura dental en nuestra boca sin más o por moda, ya que podríamos sufrir en un futuro las consecuencias por llevar algo que no ha supuesto ningún cambio en nuestra dentadura si ésta se encontraba en óptimas condiciones.
¿Qué consecuencias trae llevar ortodoncia por moda?
Llevar ortodoncia por moda, es decir, someterse a un tratamiento ortodóntico sin tener una necesidad médica real para corregir problemas dentales o de mordida, puede tener diversas consecuencias negativas:
- Riesgos para la salud bucal.
Si no hay una necesidad real de corrección ortodóntica, someterse a un tratamiento puede ser innecesario y, en algunos casos, perjudicial para la salud bucal.
Los aparatos dentales pueden dificultar la limpieza adecuada de los dientes, lo que podría aumentar el riesgo de caries y enfermedades de las encías.
- Malestar e incomodidad innecesarios.
Usar aparatos dentales puede causar molestias y dolores, especialmente después de los ajustes. Si no hay problemas dentales que justifiquen estos inconvenientes temporales, la persona puede estar sometiéndose a malestares innecesarios.
¿De verdad te renta sufrir dolores y aguantar aftas bucales por moda? ¡Si te lo estás pensando, te animamos a que le des una vuelta!
- Gasto económico.
Los tratamientos dentales suelen ser muy caros…y en el caso de la ortodoncia, más aún.
Si se realizan por razones puramente estéticas y no para abordar problemas de salud dental, la inversión económica puede ser considerada como un gasto totalmente innecesario. Es cierto que cada uno puede hacer con su dinero lo que quiera, pero ¿realmente renta este gasto?
- Posibles daños a la salud bucal.
El uso innecesario de ortodoncia podría, en algunos casos, causar daños a la salud bucal.
Por ejemplo, si los Brackets no se colocan correctamente o si el tratamiento no está supervisado por un profesional, podrían surgir complicaciones. Además, cuando se acaba el tratamiento con ortodoncia, nuestra mandíbula tiende a sufrir una serie de dolores que se alivian o corrigen con unos aparatos llamados retenedores.
¿Te das cuenta de que estarías llevando más aparatos por más tiempo sólo por un capricho innecesario?
En conclusión, a pesar de que es difícil decidir sobre qué está de moda o no, debemos aconsejarte sobre las consecuencias de seguir una moda que podría afectar a tu salud, y ésta es una de ellas. Si nuestros dientes están correctamente y nuestra salud bucal no presenta ningún síntoma que nos lleve a la decisión de llevar ortodoncia, es mejor dejarlo como está; mejor no tentar a la suerte y disfrutar de la oportunidad de lucir una sonrisa equilibrada sin tener que recurrir a ninguna ayuda externa.
¿Cuánto cuesta una ortodoncia?
A modo de referencia, los precios comunes para tratamientos de ortodoncia pueden oscilar entre:
- Brackets metálicos tradicionales: Puede esperar un rango de precios que va desde alrededor de 2.000 a los 4.000€.
- Brackets cerámicos o estéticos: Estos Brackets suelen ser más caros que los metálicos, con un rango que va desde aproximadamente 3.000 a 6.000€.
- Alineadores transparentes (por ejemplo, “Invisalign”): Este tipo de tratamiento tiende a ser más caro y podría variar entre 3.000 y 8.000€ o más, dependiendo de la complejidad del caso y la duración del tratamiento.
Por supuesto, la popularidad del centro o del dentista en particular, y la zona donde esté ubicada la clínica (no es lo mismo una capital, una ciudad o un pueblo) también determinará el precio final del tratamiento. También existen ofertas y promociones que pueden hacer variar los precios, pero ya de por sí te avisamos de que no es precisamente barato; de hecho, es de los tratamientos dentales más caros que existen.
Entonces, ¿Cómo puedo saber si necesito ortodoncia y qué tipo de ortodoncia es la ideal para mí?
Como hemos mencionado anteriormente, la decisión de someterse a un tratamiento de ortodoncia es muy importante, por lo que esta decisión requiere atención y orientación de un profesional. Así que, si te preguntas si necesitas ortodoncia, el primer paso es concertar una consulta con tu dentista y pedirle asesoramiento profesional.
Durante la consulta inicial, el dentista examinará tu boca, tomará radiografías y fotografías para evaluar la posición de tus dientes y mandíbula, y revisará tu historial médico. Esta evaluación permitirá a tu dentista determinar si existen problemas que requieran una ortodoncia, como los que hemos mencionado al inicio del artículo: maloclusión (mala alineación de los dientes), apiñamiento dental, sobre mordida o mordida cruzada, entre otros.
Una vez que se determine la necesidad de la ortodoncia, surge la pregunta sobre qué tipo de tratamiento es el más adecuado para ti. Existen varias opciones, y la elección dependerá de factores como la gravedad de tu problema dental, tus preferencias estéticas y consideraciones prácticas.
- Los Brackets tradicionales son la opción más probada y efectiva.
Fabricados de metal, son visibles pero robustos, y capaces de corregir una amplia gama de problemas dentales. Si la visibilidad es una preocupación, los Brackets estéticos son una alternativa. Fabricados con cerámica o materiales transparentes, son menos perceptibles que los metálicos, manteniendo una eficacia similar.
- “Invisalign” ha ganado popularidad como una opción más discreta.
Este tratamiento usa alineadores transparentes y removibles para corregir la alineación dental de manera gradual. Aunque no es adecuado para todos los casos, es una opción atractiva para aquellos que no desean mostrar los Brackets visibles.
- La ortodoncia lingual es otra alternativa que se destaca por su discreción.
En este método, los Brackets se colocan en la parte posterior de los dientes, ocultos a la vista. Aunque esta opción puede ser estéticamente atractiva, puede requerir un período de adaptación debido a su ubicación menos convencional.
El dentista nos dará estas opciones de ortodoncia e incluso nos ofrecerá alguna más, como por ejemplo la ortodoncia de cerámica. También nos recomendará cuál es la ortodoncia que mejor nos viene según nuestra situación, aunque al final, la decisión la tendremos que tomar nosotros mismos de entre todas las opciones que nos dé.
Una vez que tomemos dicha decisión es esencial que consideraremos factores personales.
La estética juega un papel crucial para muchos pacientes, y la elección entre Brackets visibles o invisibles puede depender de tus preferencias individuales. Además, la comodidad durante el tratamiento es un aspecto importante; algunos métodos pueden causar molestias temporales al ajustarse.
El cuidado y mantenimiento también son otra de las consideraciones clave. Algunos tipos de ortodoncia requieren una higiene más rigurosa y pueden tener restricciones alimentarias, y debemos saberlo bien antes de decantarnos por un tipo de ortodoncia u otro.
Otro factor importante que debemos tener en cuenta es el factor económico. Como bien sabes ¡no son tratamientos precisamente baratos! Por este motivo, si no disponemos de un empleo estable que nos permita pagar las cuotas (si decidimos financiar el tratamiento) o con el que podamos pagar el tratamiento al completo, quizá deberíamos plantear otras opciones como ahorrar o pagarlo más adelante.
Si tienes seguro de salud, debes saber que algunos cubren este tipo de tratamientos (sujetos a condiciones, claro está). Sin embargo, si te estás preguntando si la seguridad social puede cubrirlos, ya te adelantamos que por desgracia no entra dentro de sus coberturas.