Si quieres mejorar la estética de tus labios pero aún no decides que técnica utilizar, aquí te presentamos tres de ellas, junto con sus beneficios, y contraindicaciones. Sigue leyendo y escoge la tuya.
Queiloplastia, la cirugía de los labios
La primera intervención estética de la que vamos a hablarte tiene como objetivo darle más volumen y por lo tanto, más sensualidad a los labios, aunque también podemos utilizarla para hacer correcciones anatómicas de dicha área. Es mínimamente invasiva y se realiza bajo anestesia local en no más de 20 minutos.
Esta puede ser de tres tipos:
- La queiloplastia de aumento de labios. Es la que se aplica a las personas con labios muy finos que buscan aumentar su volumen y se lleva a cabo de dos maneras:
- Mediante la grasa obtenida de las Bolas de Bichat o los cúmulos de grasa que se encuentran en las mejillas.
- Mediante la aplicación de ácido hialurónico, el cual es conocido por sus propiedades de revitalizar, hidratar y rejuvenecer los labios de forma inmediata.
Cualquiera de las dos igual de eficientes y con resultados naturales garantizados.
- La queiloplastia de reducción, con la cual obtenemos el efecto contrario a la de aumento y que nos ayuda a convertir unos labios excesivamente desarrollados y poco armónicos en unos más acordes a nuestras características faciales, dándoles más equilibrio a nuestro rostro.
- La queiloplastia correctivaque es la que nos permitirá hacer correcciones en esos casos en los que la persona haya sufrido deformación por tumores, traumatismos, quemaduras, o lesiones, o bien por alteraciones congénitas como en el caso del labio leporino.
Así, esta técnica es recomendable en las siguientes situaciones:
- Para aquellas personas que deseen aumentar el volumen de sus labios
- Para personas con labios demasiado gruesos que quieran reducir su volumen
- Personas que desean hacer correcciones estéticas porque tienen alguna alteración congénita o sufrida por algún accidente.
- Para corregir el resultado de tratamientos anteriores fallidos
Sin embargo, antes de someternos a esta intervención lo mejor es consultar con nuestro médico, ya que si, por ejemplo, tenemos alguna enfermedad autoinmune o inflamatoria, la queiloplastia no es recomendable. Mientras que, a los pacientes fumadores activos, se les prohibirá seguir consumiendo cigarrillos para poder someterse a dicha operación.
La cirugía ortognática, cambio de dentro hacia afuera
La cirugía ortognática es una técnica llevada a cabo para corregir problemas en dientes y rostro, modificando la estética de nuestra boca (y su funcionalidad) de adentro hacia afuera.
Es practicada por un cirujano maxilofacial, el cual buscará colocar los huesos de la cara en la posición y tamaño correctos.
Así, dicha cirugía cumple con una doble misión:
- Mejorar la funcionalidad de los huesos de nuestra cara para optimizar nuestras actividades de habla, masticación de alimentos y hasta para sonreír y respirar mejor.
- Otorgarle una mayor armonía al rostro cambiando su estética, lo cual se verá reflejado en una mejor apariencia en general.
El procedimiento empleado en la cirugía ortogonáctica comienza con un tratamiento de ortodoncia por el tiempo que sea necesario para mejorar la mordida y colocación de los dientes del paciente en la posición correcta para su funcionamiento óptimo. Una vez se retiren los aparatos, se pasará a la ejecución de la cirugía, la cual dura aproximadamente unas 4 horas.
En la misma se utilizará anestesia local para realizar una serie de incisiones intraorales que permitan modificar la posición de los huesos, los cuales se fijan por medio de miniplacas y tornillos de titanio, y sin dejar ningún tipo de cicatrices visibles.
Luego de esta, el paciente tendrá que esperar hasta un mes para hacer vida normal, ya que, durante los primeros días sentirá una serie de molestias como hinchazón facial y tendrá ciertas dificultades para actividades cotidianas como comer, hablar y realizar ejercicio físico, las cuales pueden extenderse durante tres semanas más dependiendo de su estilo de vida.
Una vez los síntomas vayan desapareciendo, podremos apreciar los resultados. Eso sí, llegados a este punto de optima recuperación, se deberá continuar con el tratamiento de ortodoncia durante dos años más, por lo que se podría decir que el tratamiento completo se llega a extender durante 3 años.
Por lo general, la cirugía ortogonática puede aplicarse en cualquier tipo de paciente adulto que tenga una alteración de la mandíbula que no se pueda corregir únicamente mediante ortodoncia, y también en respuesta a problemas de autoestima, dolores, molestias al masticar y otros que puedan encontrar su alivio en este tratamiento.
Así, esta cirugía se ha convertido en un tratamiento muy frecuente hoy en día y la técnica se ha ido perfeccionando cada vez más, incluso llegando a ser recomendada para el tratamiento de problemas funcionales masticatorios y articulares (ATM), con riesgos e inconvenientes bastante bajos. Sin embargo, al utilizarse anestesia local siempre hay que avisar que existe un riesgo de 1/850 000, en el que de cada 850.000 anestesias generales, en una puede haber un problema.
Dichos problemas suelen tratarse de reacciones adversas a los medicamentos empleados para la anestesia (reacciones alérgicas, hipertermia, arritmias, etc.) Pero, además de esto, el equipo experto en salud bucal del Centro Avanzado de Odontología Belmonte nos explica que hay ciertos casos, en los que ya sea por inexperiencia de parte del médico practicante o por una mala comunicación entre el médico y el paciente en cuanto a la apariencia que quería lograrse, la intervención no proporciona los resultados deseados y se tiene que volver a realizar para corregirlo.
De ahí la importancia de asegurarte que te estás poniendo en las manos de los médicos más cualificados en el área y de que tu y tu especialista maxilofacial se están entendiendo en todo momento del proceso.
Mentoplastia, la cirugía del mentón
Nuestra última recomendación en cirugía bucal es la mentoplastia. Se trata de una cirugía en el mentón que busca modificar su tamaño y posición para otorgarle una mejor proporción al rostro del paciente.
En líneas generales, su objetivo es meramente estético al darle armonía a nuestro rostro por medio de la modificación de nuestra barbilla, y sus beneficios son:
- Es una intervención que no suele tomar mucho tiempo de recuperación en el posoperatorio.
- Le otorga más fuerza a nuestro rostro a base de definir el mentón
- Logra suavizar las facciones
- Permite corregir asimetrías faciales
No obstante, debemos tener en cuenta los inconvenientes del procedimiento a la hora de considerar someternos al mismo. Estos son:
- Como en la mayoría de las intervenciones quirúrgicas, deberás tomarte un tiempo de recuperación, durante el cual, no podrás hacer ningún tipo de esfuerzo físico.
- Durante este tiempo también va a ser importante que protejas la zona de la intervención de golpes o rozaduras, de hecho, lo más probable es que se te coloque un vendaje para tal fin.
- Al menos durante los primeros días deberás mantener tu cabeza en alto todo el tiempo que puedas. Incluso, a la hora de dormir, cuando tendrás que ayudarte con el uso de varias almohadas que te permitan tener tu cabeza en posición correcta durante toda la noche.
- Tendrás que esperar un buen tiempo para poder apreciar los resultados finales. Dicho tiempo puede llegar a extenderse a 3 meses completos.
- Al menos por todo el primer mes, deberás cuidar esa zona de entrar en contacto directo con los rayos del sol.
- Es probable que durante el posoperatorio tu médico especialista te recete alguna medicación especial con el fin de evitar molestias o prevenir alguna posible infección. Es importante que sigas sus indicaciones al pie de la letra para no tener ninguna complicación importante durante el posoperatorio y para obtener los resultados deseados una vez esta fase haya pasado.
Entonces, si a pesar de todos los cuidados y prevenciones que debes tener durante la fase posoperatoria de la cirugía, estas decidido a someterte a ella, a continuación, te hablaremos sobre su procedimiento.
Lo primero que hay que acotar es que no todas las cirugías de mentón son iguales, el procedimiento dependerá de tus necesidades. Estos son los principales tipos:
- Mentoplastia de aumento: este procedimiento se aplica si lo que busca el paciente es un mentón más pronunciado. Se logra por medio de la implantación de una prótesis de silicona o tejido propio, y sin dejar cicatrices.
- Mentoplastia de reducción: si por el contrario, el objetivo del paciente es suavizar sus facciones, se procederá a reducir el hueso del mentón limándolo o acortándolo.
- Ambas técnicas combinadas: en caso de que el paciente quiera corregir alguna malformación en el área, se planteará la combinación de los otros tipos de técnicas antes descritos , o hasta modificar la dirección de la mandíbula.
En conclusión, debemos recordarte que una operación estética en cualquier parte de tu cuerpo, pero por sobre todo en tu cara, no debe ser una decisión tomada a la ligera como quien va de compras y se lleva una camisa en oferta. Debes evaluar muy bien tus razones, y buscar la técnica más conveniente y el médico mejor capacitado que te pueda garantizar tu seguridad y la calidad de los resultados.